En la película El lado oscuro del corazón decían: “estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo”, y esto puede aplicarse, entre otras muchas cosas, a tomar un gin-tonic en buena compañía. Sin duda, el mejor consejo que te podemos dar para que disfrutes aún más de una ginebra como la de Vones. ¿No sabes dónde comprar esta ginebra? En nuestra tienda online encontrarás todo lo que necesitas para degustar esta exclusiva bebida, ya que se trata de la única ginebra del mundo que utiliza castaña entre sus botánicos.
Ahora que ya tienes claro dónde comprar nuestra ginebra, te vamos a contar unos trucos para enaltecer la experiencia:
Empieza por recopilar los ingredientes, una vez que la ginebra ha tocado los hielos, no puedes irte a buscar la tónica o los condimentos, ya que la mezcla “muere” y el alcohol pierde algunas propiedades. Es preferible que empieces a preparar el combinado con todo lo que necesitas sobre la mesa. Puedes invertir tiempo en los detalles, en la presentación final de tu bebida, pero trata de que sea un proceso rodado, sin pausas.
Enfría la copa, tal y como hacen los mejores bartenders. Pon en ella 4 ó 5 cubitos de hielo bien consistentes, dales vueltas con una cuchara para que las paredes del recipiente se refresquen y retira el agua sobrante que aparecerá cuando el hielo se derrita un poco. Notarás la diferencia ya en el primer trago.
Busca el equilibrio. Al igual que en la vida, en una copa hay que buscar el equilibrio perfecto entre todos los ingredientes para conseguir que entre todos sumen sin anular entre sí ninguna de sus propiedades. Por muchos años que lleves preparando gin-tonics, es muy difícil dar con la proporción perfecta entre la ginebra y la tónica, por lo que lo recomendado es utilizar un medidor o dosificador en el que siempre pongamos la cantidad que resulte más de nuestro gusto. Como norma general, esta medida se sitúa en una quinta parte de ginebra frente a 4 quintas partes de tónica.
A la hora de servir la bebida carbonatada debes tratar de no romper la burbuja, sirviéndola muy lentamente, casi como si estuvieses en una ceremonia al más puro estilo del té japonés. Puedes ayudarte con la misma cuchara que has utilizado previamente para enfriar la copa. Si lo haces de esta manera conseguirás que la tónica potencie los aromas presentes en la ginebra.