Elaborar un gin-tonic con Vones Gin es una apuesta segura, porque supone la inclusión de la mejor London Dry Gin en el combinado de tendencia y atemporal. Un placer para los sentidos que, si bien en su preparación básica sorprenderá a cualquier erudito de este preparado, podemos personalizarlo añadiendo algunos botánicos que realcen los aromas y sabores presentes en la copa.
Busca el equilibrio
Los botánicos tendrán, adicionalmente, una presencia visual que nos posibilitará preparar combinados con mucha personalidad y presencia. Encontrar el equilibrio y no añadir botánicos en demasía, será clave para no echar a perder el gin-tonic perfecto y lograr que nuestro combinado no sólo cause sensación al catarlo, sino que impacte visualmente y atrape las miradas a su paso.
Cómo añadir cada botánico a nuestra copa, también es una premisa fundamental para que el ingrediente seleccionado aporte lo que realmente deseamos y, en su justa medida, sin influir en el resto de aromas y sabores presentes en el cóctel.
Experimentar con los distintos botánicos que podemos encontrar en el mercado, jugando con las cantidades y combinaciones posibles de los mismos, nos acercará a nuestro gin-tonic final, personal, y a la altura de los mejores profesionales. El principio de fallo y error debe ser nuestra premisa antes de llegar al combinado “10”, con el que convidar a nuestros invitados, pareja o seres queridos.
Existen infinidad de botánicos en el mercado a nuestra disposición. Desde Vones Gin hemos seleccionado cuatro, combinables entre sí, a modo de introducción en este maravilloso mundo.
Botánicos para nuestro gin-tonic
Los botánicos que podemos emplear para potenciar el aroma y las notas frutadas de Vones Gin son múltiples. Siempre buscaremos aquellos que liguen de forma natural con los aromas dulces presentes en nuestro gin-tonic elaborado con la mejor ginebra del mundo.
Pomelo, un cítrico clásico en los gin-tonics
El pomelo es uno de los cítricos con más presencia en el combinado de moda, pero no por ello debe ser desterrado en la búsqueda de nuestro gin-tonic perfecto.
Para emplear este botánico debemos usar sólo la piel, sin parte blanca, que eliminaría las burbujas de nuestra tónica, echando a perder nuestro preparado.
Manipulamos siempre la piel sobre la copa, doblándola varias veces y la pasamos por la boca de la copa, impregnando así el aroma tropical del pomelo en la misma. Para finalizar, añadimos la piel a nuestro combinado.
Un toque de aroma tropical, cítrico y con mucho color para nuestro gin-tonic.
Un toque de dulzura para tu cóctel: El regaliz
El regaliz aportará una nota dulce y anisada a nuestro cóctel. Liga muy bien con tónicas muy amargas, a las que potenciará el sabor.
Para emplearlo, el momento justo es antes de añadir la London Dry Gin. Lo machacamos sobre la copa, liberando así sus aceites esenciales y aromas, y lo insertamos entre el hielo, para añadir acto seguido nuestra ginebra premium. Dejamos macerar unos minutos el regaliz con la ginebra y añadimos la tónica de forma habitual.
Este botánico combina a la perfección con las bayas de enebro.
Bayas de enebro, la esencia de la ginebra
Las bayas de enebro son uno de los botánicos más polivalentes que existen, ya que son la esencia misma de la ginebra, por lo que cualquier botánico adecuado para nuestro gin-tonic ligará a la perfección con las bayas de enebro.
Machacamos ligeramente las bayas de enebro sobre la palma de nuestra mano y las añadimos a nuestra copa. De esta forma liberamos los aceites esenciales que poseen y que nos reportarán toques cítricos a nuestro gin-tonic, potenciando el característico amargor de nuestra London Dry Gin. La cantidad ideal es de tres o cuatro bayas de enebro, no más.
Las bayas además, servirán de elemento decorativo de nuestra copa. Un sutil toque para darle una presencia imperial a nuestro combinado.
Aroma puro para tu gin-tonic, la vainilla
Dulce y aromática, la vainilla nos proporciona además un toque elegante a nuestra copa, decorándola de forma majestuosa.
Para utilizarla, disponemos una vaina de vainilla sobre la copa y le hacemos un corte transversal, liberando los aceites esenciales que guarda en su interior. Extraemos las semillas y las añadimos junto a la vaina a nuestra copa.
Un toque elegante y aromático para nuestro gin-tonic que percibiremos en cada sorbo.