Arrancado, pero bien arrancado el año y después de disfrutar de las mejores estaciones de esquí del país: es el momento de poner las miras en el próximo viaje, y Londres puede ser una gran opción.
La ciudad por excelencia de las “Ladies and Gentlemen” es conocida por el ambiente nocturno de sus pubs, su ocio, sus museos y por las tiendas que recorren toda la ciudad.
Londres es una gran ciudad, una mega-urbe que merece la pena visitar a pesar de los mitos que la rodean. Hoy en el blog de Vones, nos damos una vuelta por una ciudad donde la ginebra es la reina para desmontar todos los mitos que rodean a la capital inglesa.
¿Qué tiene Londres que enamora? Desde luego, no es el clima
Se ha ganado la fama de triste, gris y lluviosa. Nada más lejos de la realidad: Londres es una ciudad lluviosa pero que tiene un clima muy cercano al que podemos encontrar en el norte de España, con muchos días de lluvias y temperaturas que pueden llegar a ser extremas. Así que lo del mal tiempo es un poco mito: la ciudad tiene una primavera de temperaturas suaves que nada tiene que envidiar a nuestro clima más cantábrico. Eso sí: la niebla, se la han quedado casi toda para ellos.
La comida es malísima
“Una semana y solo he comido fish and chips y hamburguesas” Esta frase es el tópico de los tópicos en cualquier tertulia sobre Londres.
Es cierto que la gastronomía no siempre ha sido su punto fuerte, sin embargo esta tendencia está cambiado. Grandes restaurantes y restauradores han aterrizado en los últimos años en la capital para convertir la ciudad en una meca del buen comer. Y aunque aún queda camino por recorrer, el conocido chef inglés Gordom Ramsay ya puede codearse con otros grandes de la cocina como Atul Kochha, encargado de la cocina del restaurante indio Benares, o David Muñoz, chef madrileño y responsable de los fogones de StreetXo London.
STOP: es la hora del té
Cuando el Big Ben señala las 5 de la tarde, la ciudad se para y los londinenses se preparan para el té. Bien, está afirmación es un poco exagerada. Primero, porque aunque ciertamente son tan puntuales como dicen, la hora del té puede variar. Y segundo, porque lo cierto es que esta costumbre está perdiendo cada vez más adeptos que deciden cambiar el té por el tiempo de alterne en los pubs locales (especialmente si se acerca el fin de semana). A pesar de esto, muchos mantienen la tradición y siguen acudiendo a los clásicos salones de té como el The Chesterfield o el del Hotel Claridge’s.
Londres es una ciudad cosmopolita, llena de contrastes y de vida que merece la pena visitar siempre sea cual sea el tópico que la rodea, incluso aunque se le atribuya el falso mito de ser la ciudad oficial del combinado estrella de Vones: el gintonic.