¡Llegó el temido tiempo de las comilonas! Las cenas de empresa se juntan con los eventos con familiares y amigos, y las mesas se llenan de comida. No nos cabe la menor duda de cuál es la bebida que os recomendaríamos para estas fiestas: nuestra ginebra Vones, pero ¿y la comida?
Preparar un menú que esté a la altura no tiene por qué ser complicado, pero sí puede resultar más complejo elegir entre las cientos de recetas que podemos encontrar en internet.
Desde Vones, os hacemos una selección de las materias primas que no pueden faltar estas navidades, y os damos algunas pistas de cómo prepararlas.
Entrantes
Un entrante debe ser ligero, y nunca sustituto de un primer plato. Lo mejor son entrantes que combinen con un buen vino y se puedan comer “de bocado”. Esto significa, que no impliquen el uso de cuchillo y tenedor, un buen palillo o banderilla será suficiente para poder comerlo.
El clásico entre los clásicos: las croquetas. Nunca defraudan y su versatilidad en cuanto a relleno permite que lleguen a ser un producto gourmet. Rellenas de jamón ibérico, de erizos, o incluso de espinacas a la crema ¡una delicia!
Si queremos poner el toque sofisticado, un tartar de atún o salmón o un ceviche. Son platos ligeros, frescos, fáciles de preparar y que abren el apetito para todo lo que viene después.
Primer plato
Los primeros platos, deben ser un punto intermedio entre un entrante y un segundo plato. En este caso, ya nos sentaremos a la mesa para disfrutarlos con todo preparado: una buena copa, cubiertos y sus platos correspondientes.
Hay tantos entrantes a elegir, que cuesta decidirse, pero en navidad parece que hay uno que nunca puede faltar: los langostinos. A la plancha o cocidos, acompañados de una salsa son siempre un acierto.
Otra buena recomendación es un plato de pulpo, pero preparado a la brasa o la plancha y con una crema de patata.
Pero si queremos aligerar un poco este primer plato, la verdura puede ser una gran opción: una parrillada de verdura navideña, unas alcachofas braseadas o una buena ensalada pueden marcar la diferencia.
Segundo plato
Llegamos al punto fuerte del menú: y aquí sí que no hay nada escrito. ¿Carne o pescado? Siempre cuesta decidirse al llegar aquí.
Si de carnes hablamos el pollo o el cordero son siempre una buena opción: un pollo a la miel o bien al estragón puede ser toda una delicia.
Pero si hablamos de cordero, la palma se la llevan las chuletitas o la paletilla asada al horno: un clásico de la cocina castellana que podemos llevar a nuestra mesa, con una buena guarnición de patatas o verduras.
Si se trata de pescado, el bacalao o la merluza son dos especialistas en paladares exquisitos. En ambos casos, aceptan muchas formas de preparación, aunque para una ocasión especial el horno será siempre el mejor aliado. Pero ojo ¡la guarnición debe estar a la altura! Es igual de importante que el ingrediente principal.
Postre
Y para los valientes que sean capaces de llegar al postre, siempre habrá la opción del clásico turrón: de chocolate, turrón duro o blando, jamás debe faltar en una mesa.
Para los más aficionados al dulce, la estrella de estas navidades será el coulant: un delicioso bizcocho de chocolate relleno de chocolate fundido ¡una perdición!
Pero para los que buscan algo más ligero, las peras al vino son lo ideal: dulces pero nada pesadas y además son de lo más sencillas de preparar.
Con el postre terminado, empieza la mejor parte: la sobremesa.
Alrededor de la mesa siempre se disfruta de anécdotas, grandes momentos y muchas risas en familia de familiares y amigos. Para este punto, no hay duda de que es lo mejor, un gintonic de Vones. ¿No sabéis cómo prepararlo? Tranquilos, para eso os estamos preparando un nuevo post, pero será la semana que viene.