Del 26 de marzo al 1 de abril se celebra la Semana Santa. A lo largo de todo el fin de semana, las calles de las principales ciudades y pueblos de España dejan paso a las procesiones en las que la tradición y la fe están muy presentes.
Pero como toda buena festividad, está rodeada de algunas curiosidades que cualquiera que pretenda disfrutar de estos días debe conocer.
La fecha puede variar
Cada nuevo año, arranca con una misma pregunta: ¿cuándo cae Semana Santa? Pues, aunque cueste creerlo, depende de la luna. Concretamente siempre será el viernes que sigue a la primera luna llena que aparece tras el equinoccio de primavera es el Viernes Santo. Según la tradición cristiana, Cristo murió en una noche de luna llena, con lo que se elige esta fecha para tratar de conseguir una gran luna.
Elegir esta fecha, también tiene su parte negativa. Es el momento de cambio de invierno a primavera y el clima es bastante cambiante, esto provoca que la Semana Santa tenga un tiempo inestable y que sea una época en la que la lluvia suele ser la gran protagonista.
El viernes ¡prohibido comer carne!
El Viernes Santo se conmemora la muerte de Cristo, por lo que los cristianos se abstienen de comer carne y se alimentan a base de verduras o pescado durante todo el día, ya que la carne roja representa el cuerpo de Cristo crucificado. En realidad, la abstinencia deberá guardarse durante todos los viernes de la cuaresma, sin embargo, la Iglesia Católica permite cambiar esto por penitencias como, por ejemplo, la lectura de ciertos pasajes de la biblia o las obras de caridad.
El indulto de un preso
En algunas ciudades, es tradición que durante la Semana Santa se indulte a un preso su condena por buen comportamiento. El origen de esta tradición data de 1759, año en que la ciudad de Málaga, asolada por una epidemia de peste, tuvo que cancelar las procesiones debido a la enfermedad. Los presos de la cárcel pidieron al alcalde de la ciudad salir igualmente portando una imagen de la que eran muy devotos, y ante la negativa de este, decidieron amotinarse y escaparse para llevar a cabo la procesión. Finalizada, volvieron a la cárcel e inexplicablemente, la epidemia de peste desapareció por lo que se consideró un milagro y desde entonces, un preso es indultado cada año.